Invierno 2019 | Su Historia | para los miembros de Centennial Care

Información importante del plan Su Protéjase 9 Adopte el bienestar 3 ENEL INTERIOR Ángel de la guarda Es su día libre. Frank Comunas, MD, es internista en el edificio de consultorios médicos Kaseman de Presbyterian. Quiso programar la reunión cuando no tuviera citas programadas para no quitarle tiempo a sus pacientes. Escucha con atención y da respuestas detalladas. Habla de las decisiones que llevaron a su carrera profesional en la medicina interna y, finalmente, a Presbyterian. En ese momento, Joe y Marilyn Saueressig entran con un regalo para su médico favorito. Han venido a hablar de sus experiencias como pacientes del Dr. Comunas durante los últimos 20 años o más. No se Pacientes agradecidos siguen honrando a su médico de una manera especial Saueressig, han hecho regalos del ángel de la guarda en su nombre. Y, si bien esto lo hace sentirse extremadamente honrado, se siente un poco incómodo por ser el centro de atención. Esto es así porque, a su juicio, no se trata de él, sino de ellos. Los regalos del ángel de la guarda ofrecen un “gracias” personalizado y práctico. Estas menciones ayudan a apoyar la atención de los pacientes y reconocen tanto a los médicos de Presbyterian, como a otros profesionales de atención médica y al personal cuya atención va más allá del simple cuidado. Para hacer un regalo del ángel de la guarda, comuníquese con Kathryn Richards a krichards8@phs.org o llame al (505) 724-7003 . cansan de decir cosas buenas sobre él. Hablan con emoción sobre lo bien que escucha, entiende, se preocupa y los ha guiado a través de algunos diagnósticos extremadamente duros. Cáncer. Enfermedad de Alzheimer de aparición temprana. De los ojos de Marilyn brotan lágrimas. Después de escuchar esto, el Dr. Comunas traga con fuerza y se quita las gafas. “Ya comenté antes por qué me convertí en médico, pero eso no es realmente lo que hace que este trabajo sea... interesante”, susurra, luchando por hablar con un nudo en la garganta. “Es por las relaciones”. No es difícil entender por qué sus pacientes lo adoran. Trece de ellos, incluidos los