Presbyterian Centennial Care | Su Historia | Verano 2021

8 Los niños que ayudan a sus padres a cocinar tienen más probabilidades de probar todos los alimentos que preparan, incluso si no les gustan en un principio. Cocinar enseña a los niños sobre nutrición y seguridad alimentaria. Y es menos probable que un niño que adquiere habilidades en la cocina coma alimentos poco saludables cuando tiene hambre. ¿Está listo para que sus hijos comiencen a cocinar? Estos son algunos consejos. Comience con la seguridad alimentaria. Asegúrese de que sus hijos conozcan lo básico, como: ● Lavarse las manos con agua corriente y jabón antes y después de manipular alimentos ● Mantener limpias las superficies de trabajo ● Mantener la carne cruda, las aves y el pescado separados de otros alimentos ● Esperar hasta que los alimentos estén cocinados antes de probarlos ● Cocinar los alimentos a las temperaturas adecuadas Deje que exploren con sus sentidos. Amasar la masa. Lavar los productos. Romper las hojas de lechuga y quebrar las judías verdes. Estas actividades despertarán la curiosidad del niño por la comida con otros sentidos además del gusto. Si su hijo es reacio a probar un alimento, invítelo a olerlo primero. Enséñeles a leer (y seguir) una receta. Muéstreles a sus hijos cómo reunir los ingredientes y utensilios para una receta. Dígales por qué es importante medir la cantidad correcta de cada ingrediente para que la receta salga bien. Insista en las habilidades seguras en la cocina. Enséñele a su hijo cómo usar correctamente los utensilios de cocina. Es posible que no estén preparados para usar cuchillos, incluso con supervisión, hasta que tengan entre 10 y 12 años. Explique por qué deben girar los mangos de las sartenes hacia adentro para evitar chocar con ellos. Asegúrese de que sepan cómo encender y apagar los electrodomésticos. Cocinar con sus hijos puede encaminarlos hacia una vida de alimentación saludable. Fuentes: Academy of Nutrition and Dietetics; American Academy of Pediatrics Caminar es una excelente manera de estar más activo en familia. Es gratis y fácil de hacer. Además, es poco probable que tenga que dejar de hacerlo por una lesión. Aquí le explicamos cómo iniciar el hábito y no abandonarlo: Manténgase saludables juntos este verano Fíjese metas realistas. Podrían empezar caminando juntos solo 10 minutos por vez. Poco a poco, intente dar una caminata rápida de 30 minutos, cinco veces por semana. Adopte una rutina. Salga con sus hijos después de la cena o a primera hora del día antes de que haga calor. Conviértalo en un momento entretenido. Agregue juegos como una búsqueda del tesoro en el vecindario. Añada saltos, caminar de lado o incluso caminar hacia atrás. Desafíese a usted mismo. A medida que vaya caminando con más facilidad, hágalo más rápido y llegue más lejos. O encuentre otras maneras de elevar la intensidad, como atreverse a subir algunas cuestas. ¡Salga a dar un paseo en familia!

RkJQdWJsaXNoZXIy NzIxMDA=