8 Visitas de control del niño sano ayudan a abordar la obesidad infantil La obesidad infantil es prevalente en todo el país. La obesidad puede tener un impacto negativo en el bienestar general de un niño, por lo que es vital que los padres conozcan las necesidades físicas y nutricionales de su hijo en todas las edades. Una de las mejores maneras de saber si un niño está alcanzando los objetivos de bienestar físico es a través de visitas de control del niño sano. Las visitas de control del niño sano son una parte vital de la atención del niño. Incluyen atención preventiva que evalúa el desarrollo del niño. Esto incluye ejercicio y necesidades nutricionales en función de su edad. En una visita de control del niño sano, el proveedor comprobará la edad y la altura del niño para asegurarse de que tiene un buen índice de masa corporal (BMI). Los niños, adolescentes y adultos jóvenes de entre tres a 21 años deben asistir a una consulta con un proveedor de atención primaria por año. Las pautas para la visita de control del niño sano pueden ayudar a prevenir la obesidad en los niños y promover un estilo de vida activo y saludable. Ejercicio Los niños necesitan mucho ejercicio. Aspire a unos 60 minutos por día. Para ayudar a los niños a moverse, conviértelo en un evento familiar. Dar paseos en familia, andar en bicicleta y patinete, y hacer que sea divertido estar activo. Limite el tiempo que pasan frente a la pantalla y evite las aplicaciones pensadas para niños. Los proveedores pueden ayudar a los padres a comprender las necesidades de ejercicio de sus hijos según su edad. Nutrición Ayudar a un niño a recibir una nutrición adecuada y mantenerse físicamente activo es clave para mantener el cerebro y el cuerpo saludables. Lograr que los niños coman vegetales no es fácil, pero los padres pueden ayudar a su hijo a entender lo vital que es. Los proveedores pueden dar consejos sobre nutrición y hábitos alimenticios saludables, que incluyen elegir alimentos más saludables.
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